Este filtro químico ofrece protección respiratoria, reteniendo vapores orgánicos.

Consiste en una cápsula plástica conteniendo carbón activado, que es la materia prima específica para retener el tipo de contaminantes químicos indicados.

Se lo identifica externamente con una etiqueta de color negro y sólo debe ser utilizado con las semimáscaras FRAVIDA modelos Comfos I y Comfos II.

Este filtro se aplica para la retención de contaminantes como los siguientes:

Acetonitrilo, anhídrido maleico, benceno, butanol, ciclohexano, clorobenceno, cresol, diclorobenceno, dioxano, estireno, fenol, formamida, isoforona, hexaclorociclohexano, metiletilcetona, naftas, octano, piridina, tetracloroetileno, toluol, tricloroetileno, xileno y relacionados

Vida útil:

La duración del filtro depende de las condiciones de uso y trabajo, como por ejemplo la concentración del contaminante, actividad que se realiza, condición física del usuario, etc.

No debe abrirse ni perforarse el envase que contiene los filtros, sino hasta el momento en que se va a estar expuesto.

La manera de detectar el fin de la vida útil de los filtros químicos está dada con el inicio de la percepción del olor o sabor del contaminante en nariz y/o boca, lo que indica la saturación del filtro. Llegado a esta situación se hace indispensable el reemplazo del filtro.

Norma de aplicación:

Este filtro se fabrica bajo normas IRAM 3648 y 3649-1, Enfoque B (NIOSH).

Se usa hasta 10 veces el valor de concentración máxima permitida (Ley 19587 Art. 61 y Decreto M.T. y S.S. 351/79)